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  • Photo du rédacteurKatherine C. López

Atrapados en la armadura oxidada, como sacar-nos la armadura y dejar de ser caballeros



El post de hoy va dedicado a un libro que leí hace ya muchos años pero que hoy desde la mirada terapéutica su temática toma otra significación.

Se trata del libro de Robert Fisher, el Caballero de la armadura oxidada.


“Todos estamos atrapados dentro de una armadura”


En este R.F, cuenta como un caballero que se creía muy bueno, generoso, amoroso, que luchaba contra quienes el creía eran sus enemigos, que dedicaba su vida a salvar a todo aquel que lo necesitara y a aquellos que no, se vio un día prisionero de su propia armadura.


Se había acostumbrado tanto a llevarla que su familia ya no lo reconocía sin ella, ya que llegaba al punto de no sacársela ni siquiera para dormir. Esta armadura brillante, resplandeciente se fue poco a poco oxidando y cuando un día el caballero quiso sacársela no pudo. Quedo atrapado.


Ante esta situación y el reclamo de su familia, decidió emprender un camino de peregrinaje, al principio un poco perdido y sin tener claro a donde dirigirse ni como, comenzó su camino intentando buscar ayuda.


Se fue encontrando así con varios personajes además de un mago que lo fueron orientando, acompañando, sosteniendo. Visto que se trataba de SU viaje, estos no podían hacer el camino con él, pero si guiarlo cuando lo necesitara.

Difícil de entender para el caballero que esperaba ser llevado más que guiado.

Buscando respuestas a sus preguntas fue viviendo en su recorrido diferentes situaciones que lo pusieron a prueba una y otra vez.


A medida que avanzaba aprendió a ver más allá de él mismo, a hacer confianza a lo que le deparara el futuro, teniendo para esto que vivir momentos de absoluto silencio. Estos momentos, le enseñaron que para encontrarse à si mismo debía comenzar a transitar el camino de la verdad.


Un camino que lo llevaba a tomar consciencia, de sus sensaciones y de sus emociones y que, al hacerlo las puertas, antes cerradas, se iban abriendo a su paso.

Así mismo, a medida que iba abriéndose a su verdadero YO, la armadura se iba aflojando cada vez más.


Camino mucho tiempo, muchos años en los que el caballero fue aprendiendo a poner luz, sobre las diferentes situaciones de su vida, a asumir que él y solo él era responsable de ella y del rol que asumía en cada relación.

Esto le permitió, comenzar a tomar las riendas de su vida con responsabilidad, sin echar la culpa a los demás por lo que él vivía.


Así fue profundizando en su camino de autoconocimiento y se vio confrontado a sus miedos, a sus dudas que fueron haciéndose más pequeños a medida que la confianza en si mismo y la verdad iban creciendo.

En su recorrido, llego un día en el que tenía que subir a una montaña, otro desafío en su camino en el cual agoto sus últimas fuerzas. Subió la montaña y una vez en su cima, agotado de tanto esfuerzo puedo escuchar a su voz interior que le decía que al fin había encontrado la verdad, la paz y la sabiduría y se dio cuenta en ese momento que su armadura ya no estaba, ya no lo asfixiaba.


Comprendió así que escucharse a si mismo era la respuesta para llegar a su destino.


“Tienes que aprender a salvarte a ti primero”


Mucha gente hoy día sigue teniendo miedos, prejuicios, tabúes frente a un acompañamiento terapéutico, quizás porque ya se han acostumbrado a llevar armadura, quizás porque es más fácil, aunque sufran, quedarse en la zona de confort, quizás por que esperan ser salvados por algún mago que pase.

Te suena esto de algún lado, reconoces a alguien en esta historia, ¿te reconoces a ti?


Quizás has elegido llenarte de barreras que te protejan del exterior, quizás no te has dado cuenta de que la armadura se ha ido oxidando y que te has vuelto prisionero de ti mismo. Quizás lo que mas terror te da es descubrir tu verdadero YO, tu verdadero potencial tu fuerza interior y la vida que puedes crear desde ese lugar.


Te aseguro que conozco toda la lista de interminables razones, no solo por haberlo vivido, sino, porque muchas personas cuando llegan en busca de acompañamiento llegan muchas veces confundidas, buscando respuestas a sus preguntas.


El camino de autodescubrimiento es un viaje que te implica a ti y solo a ti. A medida que decidas recorrerlo iras, como el caballero,


· Liberándote de las barreras que te impiden sentir tus sensaciones corporales

· Estando a la escucha de tus emociones

· Contactando tu propia fuerza interior

· Comenzando a cocrear la vida que sientes te gustaría tener, no la que crees necesitar

· Volviéndote cocreador de las relaciones y no codependiente de ellas

· Aceptando que los demás están para acompañarte y sostenerte y no para cargarte

· Tomando consciencia que, si decides cambiar, lo decides por y para ti

· Dejando de proyectar la imagen que quieres que todos vean y viviendo más en acuerdo con quién eres realmente

· Aprendiendo a amarte y aceptarte como eres


“Solo podrás amar a los demás en a medida que te ames a ti mismo”


Sin dudas no será un viaje de un solo día, todo lo contrario, por momentos te volverás a sentir aún más perdido que al comienzo, sentirás que la confusión es peor que antes. Habrá momentos en que vivirás una montaña rusa emocional. De eso se trata el despertar, de ir tomando consciencia, de ir sintiendo el dolor que produce el movimiento de la armadura. Dolor que a la larga también genera síntomas físicos.


El estar más expuesto al dolor, significa estar también expuestos al placer de estar vivo, de sentir, de vibrar con todo tu cuerpo, con todas tus sensaciones y tus emociones.

Muchas personas asocian ese dolor, a la sensación luego de una anestesia, todo es a redescubrir, a explorar, aunque se trate simplemente de una visita al dentista.

Una “visita”, que sin dudas te permitirá tomar consciencia de cuán importante es cuidar de uno mismo.



Como terapueta y para acompañarte en ese viaje, te propongo desde las esencias florales de Bach, las siguientes flores,

Chicory, para trabajar la necesidad de reconocimiento, la codependencia emocional que te impide crear relaciones sanas.

Mimulus, para confiar en que en tu interior tienes el valor necesario para afrontar dragones llenos de miedos

Rock Water, para poder dejar de preocuparte por los demás llevándote a ser excesivamente intransigente contigo mismo en el afán de ser un ejemplo para los demás. Rock Water te permite volver al equilibrio siendo más natural en tus ideas, emociones y movimientos


Desde el trabajo corporal lo que propongo son ejercicios que van a permitir,

· Trabajar con las tensiones musculares crónicas

· Entrar en contacto con estas tensiones y liberarlas a través del movimiento apropiado

· Trabajar a nivel consciente en donde cuerpo y mente pueden influenciarse

· Trabajar a nivel inconsciente aquellos pensamientos y sentimiento condicionados por factores energéticos



Los ejercicios de bioenergética te permiten,

· Aumentar la capacidad para el placer

· Tener mayor dominio de ti mismo opuesto a tener control

· Aumentar la vibración corporal

· Profundizar la respiración

· Agudizar la percepción de ti

· Ampliar la auto expresividad

· Mejorar la figura

· Aumentar los sentimientos sexuales

· Aumentar la confianza en ti


Hoy, te propongo el jercicio básico de toma de tierra.

Para ello te invito a,

  • ponerte de pie, con las piernas separadas unos 25com, los dedos de los pies ligeramente vueltos hacia dentro, a fin de estirar algunos de los músculos de las nalgas.

  • Inclínate hacia adelante, deja los brazos colgando, y las manos al ras del suelo sin que recaiga en ellas ningún peso Las rodillas quedan flojas de manera a guardar el equilibrio, pero sin bloquearlas. La cabeza también cae, se afloja en esta postura.

  • Respira a través de la boca, con facilidad y profundidad.

  • Que el peso de tu cuerpo vaya hacia adelante, de modo que se apoye sobre los metatarsianos de los pies.

  • Los talones pueden quedar ligeramente elevados.

  • Estira lentamente las rodillas, hasta que los tendones en la parte de atrás de las piernas estén estirados.

  • Mantén la postura durante aproximadamente un minuto.

Observa si,

¿Estas respirando con facilidad, o retienes la respiración?

¿Sientes en tus piernas vibraciones? ¿Como son estas?

Vuelve a la postura habitual, observa si algo ha cambiado en tu cuerpo. Oserva si algo ha cambiado en tu respiración.

Para terminar, sacude los brazos, las piernas, los pies.




¡Te deseo una buena continuación! Te invito a continuar trabajando en tí mismo, tan indispensable para resolver los traumas de la infancia, para aceptar y sanar las heridas, porque no se trata de sanar una historia, sino toda una vida.


Puedes contactarme y contarme como te ha resultado este post a

katherine@espaceambar.be o dejar directamente tus comentarios.


Te invito a visitar mi página, a mirar la agenda de formaciones y talleres, así como las diversas terapias que te propongo.

https://www.espaceambar.be/

Katherine C. López

Colaboradora Gabriela Collado

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