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Entrevista a Celia Boné, primera instructora en flores de Bach en Uruguay Por Katherine C. López

Tengo el placer de compartirles una entrevista a la Sra. Celia Boné Artigas, primera instructora en flores de Bach de Uruguay, que realicé en el mes de diciembre 2017.

Hacía ya un tiempo que quería conocerla, descubrir su camino en el mundo de las flores de Bach, y, sobre todo, a través de su mirada, conocer como las flores de Bach son recibidas en Uruguay.

Estaba muy curiosa de descubrir el tipo de público que consulta, el tipo de público que va a las formaciones, cuáles son las flores más utilizadas, etc.

Pero, sobre todo, lo que quería era compartirle cuán orgullosa estoy de saber que al fin en Uruguay hay una instructora en flores de Bach.

En Uruguay, el mes de diciembre significa mucho para nosotros, las fiestas, los reencuentros, los momentos compartidos son acompañados por el perfume de los jazmines, con los cuales Celia me recibió, flotando en el aire.

Siempre rodeadas por flores, comenzamos esta charla entre colegas, la cual hoy tengo el placer de compartir con ustedes, algunos estratos.


Katherine C: ¿Podrías contarme cuando y como comenzó tu camino con las flores de Bach? ¿Como las conociste?

Celia B: La mayoría de nosotros hemos comenzado con las flores porque primero hemos sido consultantes. Yo, empecé de esta manera, tomé un tiempo flores, me resultaron super buenas y después fui siguiendo con mi vida, resolviendo temas.

Llego un momento de mi vida quise hacer un cambio importante, ahí fue cuando empecé a pensar, ¿que más quiero hacer? Quiero estudiar, a mí me gusta mucho dedicar un tiempo al estudio, a estudiar. Empecé a pensar en que cosas por ahí tenía pendientes, me gusta ayudar, ya lo hacia en mi anterior trabajo en recursos humanos. Yo trabajaba con personas que habían perdido su trabajo a causa de la crisis económica que hemos vivido. Mi trabajo era de orientar a esas personas en una reinserción en el mundo del trabajo.

Entonces, eso de estar ayudando de alguna manera para mi es fundamental en mi vida, porque yo recibo mucha ayuda también, a mí la gente me ayuda de muchas maneras, tal vez hasta de formas que ni se imaginan.

Y bueno, ahí me acorde de las flores, a mi esto me gusta mucho, me interesa mucho, a mí me ha hecho mucho bien y quiero que les haga bien a otras personas también y ahí empecé.


KC: ¿Como te has formado? ¿Y después de cuando trabajas tu como Instructora?

CB: Marielena[1] fue mi primera Instructora en flores. Ella es venezolana, pero vive desde hace ya algunos años en Canadá. Ella es la coordinadora del Centro Bach para toda América Latina.

Yo hice mi primera formación con ella en Montevideo, hace ya algunos años.

El resto de mi formación la realice en Buenos Aires con Claudia Belou[2]. Es una excelente instructora que tenemos acá en la zona y ella sigue viniendo a Montevideo a dar el nivel III y a menudo a dar seminarios.

Claudia es una persona muy generosa, la aprecio mucho y tengo muy lindos recuerdos con ella.


KC: ¿Desde hace cuánto trabajas como practicionner y cómo Instructora?

CB: Yo soy formadora desde hace 2 o 3 años. Comencé enseñando el nivel I y el pasado año comencé a enseñar el nivel II.

La formación llego como un regalo de la vida. A mi me gusta mucho enseñar, a pesar de haberme dedicado a otra cosa. La enseñanza me ha gustado siempre, poder transmitir a los demás lo que la vida nos ha enseñado.

Un día Marielena me dijo que las inscripciones para ser instructora estaban abiertas y me animó a inscribirme. En ese momento, seguí la formación para el nivel I, éramos un total de 9 personas de toda América del Sur. Fue una muy linda experiencia.

Incluso trabajando desde hace un tiempo como practicionner, yo tenia mis reservas a la hora de tomar responsabilidades suplementarias, aunque siempre estaba seducida por la idea.

Ese momento del primer curso en Montevideo no me lo voy a olvidar más, porque toda la semana antes estuve tomando flores.

No era ni miedo ni ansiedad, sino la pregunta si podría lograr que me pudieran entender lo que yo quería transmitirles, mas allá de “te voy a enseñar las 38 flores”. Después mi objetivo era trasmitir el amor y el gusto por lo que uno hace.

En ese primer grupo les comenté que era mi primer curso, que me tuvieran paciencia, que preguntaran todo lo que les interesara saber, que en la medida de mis posibilidades lo iba a compartir y si había algo que no sabía, iba a buscar la información e iba a aprender junto con ellos. Estoy segura y lo confirmo, en cada curso los formadores son los que más aprenden.

KC: ¿Cuál es tu relación con los otros formadores de la región?

CB: Nosotros estamos muy en contacto con la gente de Argentina, porque mas allá de las flores, compartimos una historia. Somos países muy unidos, rivales también en el futbol, pero cuando se piensa en los argentinos, pensamos que somos hermanos, las colaboraciones se dan naturalmente.

Hay un intercambio muy lindo también en el ámbito del coaching, de la hipnosis Ericksoniana, de la PNL. Formadores reconocidos en Argentina vienen y los uruguayos hacen un trabajo remarcable en la Argentina.

Así que la colaboración es muy buena, muy interesante y beneficiosa para los dos países.

Después, yo estoy en contacto con médicos cubanos que están haciendo un trabajo fantástico con las flores. Ellos, en el hospital de Sta. Clara, están trabajando muchísimo. Tienen grupos que los dividen, la mitad los tratan con medicación alopática y la otra mitad con las flores, y es impresionante lo que se va logrando.

Si bien nosotros sabemos que las flores funcionan en todas las áreas, es como que por la formación que nos han dado, no pensamos muchas veces en las flores para cuestiones físicas. Y yo creo que hay mucho por hacer en esa área.

KC: ¿Porque piensas que hace solo 3 años que sos instructora, teniendo en cuenta que el Centro Bach existe desde hace 25 años?

C.B: Yo creo que por un tema organizativo más que nada, como hablábamos al comienzo, acá llegaban instructores de Bs. As., llegan todavía porque Claudia Belou sigue al frente con nosotros aquí. Entonces era muy práctico que vinieran los instructores de allá a dar los cursos. De repente ahora con todo este crecimiento que se está teniendo con la terapia flores, quizás ahora ellos (C.B) consideraron que era momento de que Uruguay tuviera sus propios instructores.

Yo: ¿Eso salió entonces de ellos, la propuesta?

Celia: Yo creo que el planteamiento inicial fue si de ellos, después de repente la gente de acá, los importadores también apoyaron. A ver, mismo los instructores que venían de Bs. As también apoyaron muchísimo.


KC: ¿Como fue que se dio para que vos dijeses, “yo me quiero formar como instructora”?

CB: Yo creo, por esto que te comentaba que me gusta mucho la docencia, que en algún punto de mi cabecita yo empecé a estudiar flores, también simultánea y paralelamente pensé “qué bueno en algún momento poder enseñar sobre esto”

En el momento que lo plantearon, para mí fue una sorpresa, pero me encanta hacerlo, lo disfruto muchísimo. Yo creo que más que nada fue eso, un tema organizativo, “bueno, ha llegado la hora de que tengamos nuestros propios instructores también y empezar a trabajar en eso”.

KC: Yo vi que das formaciones en Artigas.

CB: Doy formaciones y tengo consultas también. La idea es esa, llevar las flores a todos los lugares donde se pueda. En el interior, me he dado cuenta de que está todo por hacer todavía, si bien hay muchas personas que se están tratando con flores, que saben para que son, para que sirven. Un trabajito de hormiga...

Continuara!

[1] Mariaelena Muñez http://marielenanunez.com/


[2] https://www.claudiabelou.com/

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