Entrevista a Celia Boné (segunda parte)
KC: Como es hoy día la aceptación de las terapias naturales/alternativas relacionadas a las emociones en Uruguay?
CB: En Uruguay, yo creo que es a nivel mundial, creo que hay una demanda cada vez mayor de lo que son las terapias naturales y complementar el tratamiento médico y/o psicológico con este tipo de herramientas.
En Uruguay en los últimos años se ha interesado mucho mas la gente. Yo creo que esto esta relacionado con algunas carencias en la atención tradicional de salud que hacen que las personas y me incluyo, estemos buscando otras alternativas. O buscar complementar nuestros tratamientos para, en definitiva, acceder a una mejor salud anímica, emocional, física. En Uruguay hay mucho interés.
En el caso de las flores de Bach, la mayoría de las farmacias homeopáticas las preparan y después cada uno de los terapeutas florales preparan para sus consultantes.
Mi trabajo en mi caso empezó en la consulta, yo me acuerdo de que fuera de acá, del lugar donde yo estoy, un día me llama una Sra. de una ciudad cercana que se llama Libertad y ella se había enterado de que yo trabajaba con las flores y me comento que se quería atender. Entonces me dice, “usted no vendría acá a Libertad” y le digo, sí, yo con mucho gusto y me dice “yo le voy a juntar gente”, esto fue maravilloso, “para que usted venga y cuente de que se trata y de gente que se quiera atender”. Todo por teléfono y le digo, bueno como no, entonces fijamos un día, un sábado y esta Sra. se dedicaba a la peluquería, entonces en su casa tenía en la parte de atrás de la casa una pequeña habitación donde ella trabajaba de peluquera. Esta habitación había quedado sin uso entonces ella, me armo ahí el consultorio.
La primera vez que fui a Libertad, el sábado que fui, quedé de ir sobre el mediodía para trabajar en la tarde. Yo llego al mediodía a su casa, en verano me acuerdo y había al costado de la casa de ella, un parral con mucha sombra y había puesto bajo del parral sillas y los vecinos llegaban y se sentaban ahí.
Fue tan maravilloso esto que cada 15/20 días yo me daba una vuelta y así empezamos a trabajar. Esto se empezó a replicar porque atendía gente de Libertad, pero también de otras ciudades próximas a Libertad, se enteraban e iban ahí.
Después empecé a recibir invitaciones de gente de otras ciudades. De Salto, me queda un poco lejos ir, pero voy con mucho gusto. Además, ya me he hecho de amigas muy queridas en Salto que me han ofrecido lugares y he ido.
Entonces, primero se trata de conversar con las personas y de contar que son las flores de Bach y después las personas se empiezan a atender y eso, se empieza a replicar ese trabajo de hormiga que tenemos que ir haciendo.
Y después el boca a boca porque los resultados son tan buenos, como todos sabemos los que trabajamos en esto, que no hay mejor propaganda que esa.
Yo: ¿Cuál es el estatuto de las flores en Uruguay, que reconocimiento tienen?
CB: Acá en Uruguay eso es aún un pendiente, se han presentado proyectos de legislativos para integrar, para sumar, pero aún no se ha recibido respuesta.
Nosotros nos guiamos como todos los terapeutas en flores por el código deontológico.
En mi caso, yo tengo muy claro los límites, si viene algo que yo no estoy preparada para tratarlo voy a decir, “mira me parece que esta situación o este tema es para que lo trate un psicólogo o un médico, lo que podemos hacer es complementar, acompañar con más flores esta situación.
Siempre con la guía de un profesional de la salud porque a veces se te plantean situaciones muy comprometidas y muy complejas.
Entonces, yo no dudo del poder que tienen las flores para trabajar, pero también no nos olvidemos que los resultados no son exclusivamente por las flores, sino seria indagarles demasiada responsabilidad a las flores.
El resultado final es el proceso, y el trabajo que va haciendo día a día la persona. Entonces si nosotros logramos conformar un equipo con psicólogos, psiquiatras y poder aportarle las flores, sin duda que los beneficios van a ser mucho mayores y mejores en calidad de vida para esa persona.
Cuando logramos trabajar en conjunto con estos profesionales, se avanza muchísimo.
Empezar a dar los primeros pasitos, acercarse uno y contar “mira, yo trabajo con esto, regálame unos minutos para que yo te cuente de que se trata.
A veces en el mercado mismo se te acerca alguien y se te da la oportunidad de contarle.
Yo he tenido la enorme suerte y bendición de dar con gente, por ejemplo, cuando iba a la consulta en Carmelo, trabajé muy de cerca con una nutricionista, entonces las cosas que se fueron logrando al sumar las flores.
Después, hace poco acá en la zona, un otorrinolaringólogo, tuvo un caso de lengua geográfica, yo era la primera vez que escuchaba de esto. Y el médico me dijo a su paciente, “mira, para mi tiene que ser un tema emocional, de repente podés consultar”
Esta chica llego a la consulta de esta manera y en un mes de toma de flores, se resolvió esta situación.
Lengua geográfica, se pela la lengua en determinadas partes, es muy doloroso. A ella la habían tratado con determinadas cosas, pero no avanzaba. Su médico le dijo, “mira no vamos a perder nada probando”
Ahora estoy documentando, sacamos fotos del 1er día que empiezan con el tratamiento y cada 2 o 3 semanas, vamos documentando y ahí se ven los avances.
Esta chica era un tema de estrés muy importante y en un mes su lengua estaba bien.
KC: Recalco el trabajo del médico porque como, así como vos envías a un profesional cuando no podés resolver, que bueno que del otro lado también había este nivel de consciencia para decir, me parece que esto puede ser emocional, no te voy a llenar de remedios, anda a otra persona. Eso habla de la parte humana, hoy mucha gente no está encontrando en el cuerpo médico esa parte humana.
CB: Lo que pasa es que el sistema de salud, por lo menos el sistema de salud que tenemos acá en Uruguay, tiene algo como de perverso en el sentido que nos está tapando los síntomas permanentemente, “me duele la cabeza= tomate la pastillita tal”
¿El medico está solo para dar los remedios?
Lo que pasa es que el sistema es perverso, el medico en el sistema de mutualista no tiene tiempo muchas veces cuanta con 10’ por paciente.
Entonces claro, atienden así porque no hay otra manera de que lo hagan, uno se va encontrando con médicos con diferente nivel de conciencia.
Está el médico que dice “están estas terapias complementarias que de repente podrían ayudar a nuestro trabajo”.
¡Está el médico que dice “eso está para engañar a la gente” y cuando uno le pregunta si tomo flores, te dice que no!
El médico tiene ese estatus de semi Dios porque nosotros se lo hemos dado. ¿Entonces, como se cambia esto? Nosotros tenemos que ser más responsables de nuestra salud, comprometernos con nuestra salud.
El médico es un aliado que tiene un valor enorme porque el diagnóstico del médico es importantísimo, pero no es lo único.
KC: ¿Cuál es la relación de los uruguayos con las flores de Bach y sus emociones?
CB: Sabiendo que íbamos a tener esta entrevista, pregunté a la importadora en Uruguay, ¿cuáles eran las flores que se vendían más?
Y son Impatiens y White Chestnut, eso ya nos dice algo de los uruguayos. Incluso si eso cambió porque hay un movimiento dinámico, los últimos años estas han sido las dos esencias más solicitadas.
Tenemos esa relación con la inmediatez de querer que los procesos sean lo mas corto posible. Yo tengo mis dudas de que eso sea lo mejor para nosotros, pero estoy segura de que no somos los únicos. El hecho de querer obtener las cosas rápidamente esta quizás vinculado a los tiempos modernos.
Yo tengo ya 53 años y recuerdo siempre la primera bicicleta que mis padres me regalaron. Fue algo tan deseado, tan esperado que pase por un largo periodo antes de tenerla.
Yo veía a mis padres ahorrar para esta primera bicicleta y recuerdo que ellos me la regalaron para mi cumpleaños. Me implicaban en el proceso, me decían “esta semana hemos podido ahorrar tanto para tu bicicleta”. Ese proceso de espera fue muy beneficioso para mí.
Ahora, todo esta empapado de lo inmediato, es así como las cosas se obtienen y que de la misma manera se descartan. Entonces, el acompañamiento con Impatiens me hace pensar en este tipo de situaciones. Luego el acompañamiento de White Chestnut, otra de las esencias más solicitadas acá en Uruguay, me lleva hacer un vínculo con esta cháchara mental que vivimos y que regularmente nos impide de anclarnos en el presente, en lo más importante.
Esta es la realidad que vivimos hoy en Uruguay con las flores.