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La vuelta a clases con las flores de Bach


Cada nuevo curso escolar marca tres cosas: el fin de las vacaciones, el comienzo del nuevo año escolar y la vuelta a la vida cotidiana.


El final de las vacaciones suele ser sinónimo de despedida, tanto de lugares como de personas con las que hemos compartido momentos que quedarán en nuestra memoria.

Para muchos, estos intensos momentos dejarán una huella emocional, mientras que para otros, el adiós se sentirá hasta los huesos.



Es el momento de hacer nuevos propósitos, encontrar un nuevo ritmo y adaptarlo de forma que se adapte a los niños y a los adultos.

En cuanto a la escuela, los niños la viven de forma diferente en función de su personalidad, sus experiencias, su madurez y la relación con sus padres y la separación.

Para los que entran por primera vez en el jardín de infancia o en la escuela primaria, este pasaje implica dejar la comodidad del hogar, dejar lo que les es familiar, sus juguetes, sus padres. Hoy me gustaría compartir con ustedes tres experiencias diferentes que he recogido.



La primera es la historia de Juan, que tiene 4 años. Juan está a punto de empezar el segundo año de guardería. Ya conoce el colegio y a sus compañeros, pero después de las vacaciones en las que tanto ha disfrutado con sus padres, y aún sabiendo que estará con un buen amigo, Juan no quiere ir al colegio.
Su madre me cuenta que Juan es reacio a ir al colegio, que se siente triste cuando lo piensa y que lo que le interesa es quedarse en casa y jugar con su madre.
Una flor que podría ayudar a Juan es Walnut para que esta transición sea más agradable para él. Walnut le ayuda a aceptar esta nueva situación de cambio.


Otra madre me dice que está preocupada y un poco ansiosa porque su hija Carla, de 3,5 años, va a empezar su segundo año de guardería en un nuevo colegio. Se pregunta cómo hará frente su hija a todos estos cambios. Carla está feliz de ir a la escuela.
Red Chestnut podría ayudar a esta madre a vivir este momento con menos ansiedad y más confianza en las capacidades de Carla. Carla, al sentir que su madre está relajada, reforzará su confianza para afrontar esta nueva experiencia en su vida.



En el último testimonio, encontramos a Zahir, que, tras haber cambiado varias veces de colegio y haber tenido malas experiencias, se prepara ahora para empezar su primer curso escolar con gran ilusión por ver a sus compañeros. Su madre, en cambio, tendrá más tiempo para sus actividades, pues me dice que, para ella, ¡el curso escolar significa vacaciones!
Tal vez su madre, Herlein, podría recurrir a Olive si siente que necesita recuperar fuerzas después de estos meses de "trabajo".


No cabe duda de que la forma en que los padres vivan esta vuelta a la vida cotidiana, a la escuela, influirá en el tipo de experiencia que tendrán los niños.

Por eso es tan importante que los padres puedan acompañar esta exploración emocional desde un lugar de apertura que permita a los niños aceptar estas emociones y luego trabajarlas.

Suelo ofrecer flores tanto a la madre como al niño durante la consulta, ya que están muy conectados, los miedos de uno pueden afectar al otro, al igual que las rabietas o los niveles de paciencia. En definitiva, todo un abanico de emociones que trabajamos simultáneamente.



Si quieres empezar y prepararlos tú mismo, sigue las pautas que se indican aquí.

Para ir más allá y establecer un R.D.V.


Un gran agradecimiento a las madres que han colaborado compartiendo su experiencia.


Katherine C. López

Consultora y formadora en flores de Bach

Psicoterapeuta en Análisis Bioenergético

Terapeuta energético

Practicante de hipnosis humanista


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